¿Cómo decirle a tu hijo que está equivocado?

(CNN) — ¿Qué debe llevar a cabo como padre en el momento en que otra persona no permite que su hijo juegue con el de el? Da igual quién seas, a ciertos progenitores no les agrada tu familia. Por el momento no se habla solo del color de la piel, la raza o la religión.

Los progenitores tienen la posibilidad de ponerse alterados estos días con una familia con 2 mamás, por patologías, alergias o los juegos de guerra que le chifan a tu hijo.

No lo atemorices

Infundirle temor va a hacer que te obedezca y sea mucho más disciplinado, pero no le va a enseñar el bien y el mal, ni fortalecerá su avance sensible, menos aún robustecerá la seguridad que hay que poner en ti. En el momento en que lo amedrentes, probablemente por el momento no se comporte mal pues tiene temor de ser amonestado, pero de todos modos no sabe por qué razón no debe actuar de esa forma. Ocasionalmente, criarás a un niño obediente pero miedoso, tímido, reprimido y con baja autovaloración. En cambio, si en vez de regañarlo infundiéndole temor, lo disciplinas de forma efectiva y reflexiva, el pequeño va a aprender por qué razón por el momento no debe actuar de este modo, lo que lo educará para la vida.

Reñir al niño pues su accionar te logró enfurecer no es la mejor forma de instruirlo. Es esencial que el niño sea totalmente siendo consciente de lo que hizo y que entienda las secuelas que tienen la posibilidad de tener sus actos. Para conseguirlo, tienes que explicarle que cada accionar tiene un encontronazo y que en ocasiones es negativo y puede dañar a otros. Mientras que lo riñe, muéstrele las secuelas de sus expresiones y acciones y también intente que piense por qué razón por el momento no debería actuar de esta manera.

Consejos

  • Escoja el instante conveniente. Idealmente, lo especialidad inmediatamente después de la acción que quiere corregir.

  • Centrarse en el accionar. No generalices, tienes que charlar del inconveniente concreto. No es requisito etiquetar diciendo “siempre y en todo momento lo mismo” o cosas por el estilo.

  • No lo atemorices. No lo amedrentes ni lo amenaces. Llévalo a la reflexión y al razonamiento.

  • Hágale comprender las secuelas de sus acciones. Explique que todo accionar tiene un encontronazo, que en ocasiones puede ser negativo y dañar a el resto.

  • Jamás compares su accionar. En el momento en que corrija, concéntrese en la acción negativa de su accionar y no lo compare con otros pequeños.

  • Impide insultos y chillidos. Para un niño, los lloros de sus progenitores son un indicio de que dejó de quererlo y que no es tan bueno como aguardaba.

  • Sea siempre y en todo momento consistente. No servirá de nada si un día lo regañas por maltratar a su mascota, y al día después le dejas llevarlo a cabo.

  • Escucha atentamente. ¿Ofrecerle la posibilidad de argumentar por qué razón lo hiciste? Esto te va a ayudar a tomar posesión de tu accionar y a estudiar a admitir tus fallos.

  • No te alejes emotivamente. Aun si te enojas con su accionar y lo regañas, hazle entender que aún lo amas y que es esencial para ti.

  • No pierdas los estribos. Tómese unos minutos para relajarse, respire intensamente y después hable con su hijo en un tono estable pero relajado.

Escoge el instante conveniente. Idealmente, lo especialidad inmediatamente después de la acción que quiere corregir.

Solo expresa tu opinión si te la solicitan

Mucho más adelante, en el momento en que esa persona por el momento no esté, puedes ofrecerle a tu hijo o hija tu opinión o el consejo que desees ofrecerle, pero mientras que tu hijo, te lo solicité. Si no te pregunta, es preferible dejar las cosas como están.

Aparte de esto, puedes llevar a cabo otra cosa fundamental. Y sucede que si tras un tiempo esta relación se rompe por cualquier fundamento, dale a tu hijo un abrazo y bastante amor; seguramente lo precisarás. Pero bajo concepto alguno tienes que impedirle vivir la experiencia que decidió vivir.

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