Sin clases, sin instructores, sin amigos, sin juegos y sin esa rutina día tras día a la que todos y cada uno de los pequeños estaban familiarizados. De ahora en adelante, todos y cada uno de los días semejan ser iguales, y la crisis sanitaria cambió sensiblemente nuestro día a día. Además de esto, fué un cambio extremista para todos y cada uno de los alumnos de América Latina y el Caribe, no solo estar en el hogar todo el día, sino más bien intentar estudiar en otro sitio que no sea la escuela.
La cobertura de educación principal en la zona es prácticamente universal, lo que quiere decir que todos y cada uno de los pequeños entre 6 y 12 años asisten a la escuela con regularidad. En anterior a la escuela y secundaria, si bien la cobertura es menor, 8 de cada diez pequeños y jóvenes asisten a un centro educativo (ver CIMA). El día de hoy, la pandemia ha trastornado los sistemas académicos: prácticamente todas las academias de América Latina y el Caribe están cerradas. Mucho más de 165 millones de alumnos de todos y cada uno de los escenarios académicos están en el hogar. Por este motivo, tienen que estudiar desde casa: con las herramientas a su alcance, con el acompañamiento de sus progenitores y con la limitada asistencia de los instructores.
Educación en el hogar
En la actualidad los progenitores delegan la educación de sus hijos de forma exclusiva en el instituto y tienden a olvidar su compromiso sobre esto, aun los pequeños pasan mucho más tiempo en el instituto que en el hogar. Es requisito que los progenitores comprendan que en la escuela unicamente se enseñan materias, pero la tarea didáctica es compromiso de ellos.
En el presente artículo vamos a hablar sobre la educación en la vivienda y la relevancia de que los progenitores concurran activamente en el desarrollo educativo de sus hijos, eludiendo delegar toda la educación a la escuela.
¿De qué manera conseguir esto?
Para poder la estabilidad entre la familia y la escuela, Grajeda sugiere a los progenitores que tengan en cuenta a sus hijos como algo hermoso y les den cariño y motivación, por el hecho de que como todas y cada una la gente desarrollandose, precisan una familia que los asista a medrar.
“Los cuidadores o los progenitores de forma frecuente no asisten a sus hijos con su estudio por el hecho de que no tienen idea sobre el avance infantil. No entendemos de qué forma se desarrollan sus cariños o de qué manera aprenden. Entonces, estudiar sobre estos temas va a facilitar la comunicación con los mucho más pequeños y va a ser mucho más simple asistirlos”, afirma.
Consejos para la etapa de desescolarización
Hacer, crear y diseñar: la cuarentena es buen instante para motivar a los pequeños Llevar a cabo arte. Así sea contando, escribiendo, dibujando o creando historias, es hora de dejar que los pequeños den brida suelta a su imaginación y descubran que la educación puede suceder de distintas formas.
Acércate a la naturaleza: Si tienes un jardín, contribuye a tu hijo a plantar algo, aprende sobre las plantas por su nombre y cuídalas, identifica insectos o pájaros. Si no tienes ese espacio en el hogar, siempre y en todo momento puedes plantar algo pequeño adentro, como presenciar con la fermentación de un frijol en algodón. Otra actividad puede ser jugar a distinguir las especies de pájaros que puedes observar desde tu ventana.
Muévase: así sea bailando su canción preferida o rastreando ejercicios en Internet, es esencial que los pequeños y jovenes no estén sentados todo el día .
Comprar el hábito de la lectura: Según Faulconer, el periodo extraescolar es buen instante para promover el cariño por la lectura en los pequeños. Para esto, sugiere leer en espacios cómodos, como en el sofá, en vez de en un escritorio o mesa, a fin de que sea menos formal. Además de esto, es esencial que los pequeños vean a sus progenitores leyendo por exitación, así sean novelas, gacetas, cuentos u otra cosa. Hágales comprender que no se restringe solo a las obligaciones institucionales.
Miren juntos reportajes y programas de televisión académicos: en este momento que pasamos mucho más tiempo juntos en el hogar, puede explotar la posibilidad para poder ver canales como The History Channel, Discovery Channel , reportajes o series educativas en interfaces como Netflix. Faulconer aun relata que vió casos de pequeños aprendiendo a través del programa “Cazadores de mitos: Cazadores de mitos” en tanto que fomenta el procedimiento científico, probando que la educación viene de muchas formas y jamás se conoce exactamente en qué tienen la posibilidad de estar apasionados los pequeños. Además de esto, puede producir mucho más diálogos sobre nuevos conceptos y también ideas, progresando de este modo la vida familiar.
Empleo de Internet: así sea observando hablas TED, tomando clases o clases on-line, realizando un paseo virtual por un museo o estudiando un tema, Internet es una enorme herramienta para pequeños. Asimismo es buen instante para monitorear su presencia on-line y enseñarles sobre seguridad y compromiso en Internet, lo que asimismo tienen la posibilidad de realizar mientras que juegan.
Tareas familiares: Como los pequeños están familiarizados a no estar en el hogar la mayoría del día, posiblemente varios de ellos no sepan de qué forma tienen la posibilidad de asistir en la vivienda alén de sus tareas, como realizar la cama o lavar los platos. La desescolarización es una época que asimismo se puede explotar para hallar recetas con elementos de la vivienda, planear comidas, cocinar juntos y asistirlos a sentir que han contribuido con las tareas del hogar, tal como a estudiar capacidades para la vida. .
Conectarse con la familia y los conocidos cercanos: los pequeños tienen la posibilidad de sentirse vacíos al no vivir con sus compañeros, profesores y otra gente con las que vivían. Pero la desescolarización es buen instante para cultivar las relaciones familiares y centrarse en la calidad de esos instantes en vez de la cantidad. Frente la verdad de tener que estar en el hogar, la salida del instituto es asimismo una ocasión a fin de que los progenitores descubran de qué manera aprenden sus hijos, tal como sus intereses y sus puntos fuertes y enclenques.
Hacer, crear y diseñar: la cuarentena es buen instante para motivar a los pequeños a realizar arte. Así sea contando, escribiendo, dibujando o creando historias, es hora de dejar que los pequeños den brida suelta a su imaginación y descubran que la educación puede suceder de distintas formas.