Los pequeños tienen una gran aptitud de estudiar, singularmente los mucho más pequeños, pues la mayor lugar de este mundo es un secreto que desean conocer. Los enseñantes tienen que explotar todo este potencial a fin de que, aparte de estudiar, desarrollen sus habilidades mentales, físicas y artísticas.
Diríjase a alumnos particulares, no al conjunto.
En el momento en que intente silenciar una clase estruendosa, no hable con toda la clase, sino más bien con varios de los alumnos mucho más estruendosos. Si vas al conjunto, tiene el poder de los números y, de manera frecuente, absolutamente nadie acepta la compromiso y todos prosiguen realizando lo que no habrían de estar realizando. Pero al detectar a los alumnos en lo personal y no en conjunto, es considerablemente más posible que consiga desenlaces por el hecho de que tienen mucho más temor de ser reprendidos. Cuando varios de los primordiales responsables se hayan calmado, el resto de la clase debería proseguirlos velozmente.
Trata de decir las cosas únicamente una vez a tu clase para animarlos a percibir atentamente en todo instante. Al reiterar lo que afirmas, les dejas ser oyentes perezosos. Suponen que no precisan oír puesto que lo repetirás una segunda o tercera vez. Los alumnos estruendosos se van a dar cuenta de manera rápida de que si no tienen precaución, se van a perder lo que dicen y no van a recibir las tareas asignadas. Asegúrese de entablar la regla cuanto antes y deje que todos y cada uno de los alumnos sepan que no está repitiendo las normas; que seguro va a llamar tu atención. Involucre a sus alumnos con estos consejos.
¿De qué forma subsistir a un instructor que es una mala persona?
Subsistir a un instructor fallido que se ocupa de humillar a sus estudiantes y lograr que todos saquen malas notas puede ser un tanto mucho más bien difícil que el previo; pero hete aquí ciertos avisos útiles:
- Estudia el doble de duro. Para ganarte el respeto de estos instructores, deberás trabajar duro, pues la única forma de persuadirlos es probando que eres un óptimo estudiante.
- Formar parte en clase. De manera coloquial, este modo podría nombrarse la de “mantener la varita”. Participa en clase pese a cualquier comentario grosero que el instructor te logre publicar. Muestre interés auténtico en lo que el profesor está enseñando.
- Esforzarse por llevar a cabo buenas tareas. El último paso para ganarse el respeto y la cree de estos profesores es transformarse en un óptimo estudiante a través del esfuerzo y una aceptable labor.