Un día, Pedro, que era un trabajador enormemente calificado, se quedó dormido en frente de la máquina en su segundo trabajo. Tuvo un incidente y se rompió la columna. Se encontraba dañado y por el momento no podía marchar. Entonces sus hijos han comenzado a presionarlo: un joven criado en el lujo no se resigna de manera fácil a vivir sin permisos. Pedro, herido y todo, logró un trabajo en un lavado de coches. Allí tuvo un segundo incidente de espalda, que lo dejó tetrapléjico. Un día, el menor de sus hijos se le acerca y le afirma sin vueltas: “¡Te odio! ¡Te odio, pues eres una molestia en la vivienda! ¡Te odio por el hecho de que deseo zapatillas novedosas y jamás mucho más vas a poder adquirirme nada!” Bueno: son las secuelas de ser solo un óptimo distribuidor y descuidarse de lo que es. que ser un padre que crea felicidad.
En este momento permíteme contarte otra historia, que es la otra cara de la moneda, aquí le doy la palabra a mi amiga Gabriela Solís, una profesora excepcional, quien es la directiva de Inlakech Montessori. De aquí, las expresiones de mi amiga:
Muchas mamás me han preguntado:
“¿Cuál es el peor fallo?” Ninguno de los que cité —respondí— y el de parar (y/o) llevar a cabo seguir el desarrollo del carácter del niño no es la crianza y empieza a influir prácticamente desde el nacimiento.
Hay que considerarlo como el fallo paterno, y si lo examinamos bien, descubrimos que trabaja como el padre de y también rrors (que, a propósito, “está casado” con la madre inmadura). Digo esto por el hecho de que es él quien altera el curso sano y habitual de la niñez, la edad del (y para) el desarrollo, no solo físico sino más bien psíquico, mental o inquieto. (Asimismo aconsejamos: Esto es bastante buena conducta)
¿Cuáles son los fallos de los recientes progenitores?
Todos cometemos fallos y aprendemos transcurrido el tiempo. Es primordial continuar las directivas de los expertos, guiarse por el los pies en el suelo y ser maleable.
Tienes que guiarte por tu corazón y tu amor por el bebé.
¿Qué fallos cometen los progenitores?
Los progenitores cometen varios fallos al criar a sus hijos, pero ciertos son más habituales que otros. Ciertos de estos fallos son: no percibir a los pequeños, no estar emotivamente presentes, no ponerles límites, no enseñarles a ser independientes y no proporcionarles una aceptable educación. Si deseas criar a tus hijos de la mejor forma, es esencial que evites estos fallos.
Un mal padre es aquel que no cumple con sus responsabilidades, que no resguarda a sus hijos, que no los forma y que no los desea. Un mal padre es aquel que no posee paciencia, que no posee una aceptable relación con sus hijos y que no sabe entretenerse con ellos. Un mal padre es aquel que golpea a sus hijos, los maltrata física y psicológicamente, los deja o no les ofrece la atención que precisan.
Opinar que tu hijo es especial
Este se encuentra dentro de los fallos mucho más graves y usuales en la educación infantil, pues los progenitores están cegados por el cariño a sus hijos y piensan que no tienen defectos, no cometer fallos y accionar siempre y en todo momento con buenas pretenciones. Por supuesto, la aceptación incondicional del niño es esencial por el hecho de que es la base de su autovaloración, pero esto no se traduce en una aceptación determinante de sus hábitos. Admitir al pequeño de manera incondicional significa no condicionar tu amor a sus aciertos y desaciertos, pero es esencial que el niño prosiga una sucesión de reglas y reglas que le dejen convivir apropiadamente con el resto de la gente.
Ciertos progenitores tienen temor de “perder” el cariño de sus hijos y desean ganarse su seguridad transformándose en sus amigos. No obstante, más allá de que es esencial desarrollar una relación de compañerismo, fundamentada en la seguridad, asimismo es esencial que los pequeños aprendan a respetar y obedecer a sus progenitores. El fácil hecho de hacerse amigo de su hijo va a conducir a un estilo de crianza permisivo que no es bueno para el niño. De ahí que, adoptar el papel del amigo complaciente tiende a ser un error grave. Es esencial conseguir un equilibrio entre la figura de autoridad que representan los progenitores y la seguridad que se requiere para hacer una aceptable relación.