No se conocen las causas del TDAH, a pesar de que los distintos estudios que se realizaron en esta dirección señalan a que hay un considerable ingrediente genético, hasta el punto de que ciertos especialistas estiman que hay un 76% de opciones de que los hijos de alguien con este trastorno asimismo lo desarrollará. También, los estudios mucho más recientes estiman que el ambiente familiar (hogares rotos) y el ambiente popular (relaciones problemáticas) solo tienen la posibilidad de accionar como vectores de síntomas, pero no contribuyen a la aparición de la patología.
Cada etapa tiene síntomas distintas, y no en todos los casos todos coinciden. Pese a todo, es viable saber cuáles son los síntomas del TDAH para comprender si le pasa a nuestro hijo o a nosotros, es habitual o debemos asistir a un profesional experto en déficit de atención.
El diagnóstico es la clave para un mejor control
“En este momento tenemos la posibilidad de hacer un diagnostico la aparición de este trastorno hasta los 12 años. Si no se diagnostica ni se habla, el TDAH puede crear problemas sicológicos desde finales de la adolescencia hasta los 20 años, como depresión, ansiedad y abuso de substancias (varias personas se automedican para modular sus síntomas)”, afirma el Dr. Coffey.
Bastante gente son suficientemente capaces para compensar sus síntomas. Aún de este modo, no ser diagnosticado puede conducir a relaciones bien difíciles, inestabilidad laboral y combates con la ley, advierte el Dr. Coffey. Dejando a un lado estos óbices, la gente que nacieron antes que se diagnosticara generalmente el TDAH tienen la posibilidad de combatir otros retos.
¿De qué manera entender si un niño tiene TDAH?
En el momento en que un niño muestra signos de TDAH, ha de ser evaluado por un profesional calificado. Esta persona podría trabajar en el sistema escolar o podría ser un profesional en la práctica privada. Una evaluación completa es la única forma de estar seguro de que el niño tiene AD/HD. Asimismo es esencial:
- descartar otras causas para el accionar del niño y
- saber si el niño tiene otras discapacidades aparte del TDA/H.
Origen y causas del TDAH
Aún no se sabe el origen del TDAH, pero se conoce que NO es provocado por inconvenientes ambientales, familiares o sociales, ni por alergias alimenticias.
El TDAH es un trastorno provocado por un inconveniente con las conexiones entre algunos neurotransmisores (o mensajeros) en el cerebro, como la dopamina y la norepinefrina. Estos neurotransmisores no marchan apropiadamente en la parte de adelante del cerebro, que está al cargo de la llamada función ejecutiva. Merced al sistema ejecutivo de adelante, tenemos la posibilidad de comenzar una acción y proseguir haciéndola pese a las dispesiones. Asimismo tenemos la posibilidad de centrar nuestra atención en algo preciso inhibiendo otras respuestas o ideas. Además de esto, el sistema ejecutivo contribuye a realizar 2 cosas al unísono sin perder el hilo. Al final, el sistema ejecutivo actúa el control de la impulsividad y nos deja meditar mentalmente en una acción antes de efectuarla y elegir por adelantado si nos encontramos apasionados en efectuarla.
¿De qué manera actúa el TDAH en mayores?
Es esencial aclarar que el TDAH no es un trastorno del accionar ni un inconveniente de estudio. Mucho más bien, el TDAH es un déficit de avance en el sistema de autogestión del cerebro. Entonces, en el momento en que charlamos de “déficit de atención”, no es que la persona con TDAH no logre o no desee sostener la atención, sino su cerebro no puede soportar el impulso de prestar atención a cualquier cosa que entre en su visual, auditivo, o campo mental en todo instante, pese a sus deseos o misiones.
Este déficit en la función cerebral provoca que los mayores con TDAH experimenten impaciencia, desorganización, olvidos, mala administración del tiempo y cambios de humor. Las secuelas son, eminentemente, pésimos desenlaces académicos y expertos, incapacidad para detallar preferencias en la vida día tras día, relaciones entre personas inestables y que desarrollan un enorme encontronazo en la salud psicológica.