¿Cuando un padre es tóxico?

El término de “progenitores tóxicos” incluye ciertas (o todas y cada una) de las próximas especificaciones:

Castigo físico y verbal. Tienen la posibilidad de ser golpes, chillidos o amenazas. Y asimismo en abusos mucho más sutiles, como insultos, transferencia de compromiso, silencio o degradación.

De qué forma entender en el caso de que seas un padre (o madre) tóxico

En el caso de que seas un padre o madre autoritario y si tus hijos niegan tus expresiones, les infundirás un sentimiento de inseguridad y también incompetencia hacia ellos gracias a su insolencia. Comunmente, este accionar se efectúa bajo el aspecto de que haces y diciendo cosas “por el bien” de tus hijos.

Todos y cada uno de los pequeños están programados para ser dependientes de su madre y si una madre está desconectada emotivamente (falta de contacto físico reconfortante, falta de comunicación, abandono sensible) esto tiene la posibilidad de tener graves secuelas para los pequeños. Los pequeños emotivamente “hambrientos” se sienten necesitados. Los pequeños “mucho más agraciados” tienen la posibilidad de hallar a otro integrante de la familia como un abuelo, una tía u otro modelo a continuar adulto, pero el vacío sensible de los progenitores no se cura. Los pequeños se transforman en mayores emotivamente dependientes que precisan asegurarse de manera continua de que son amados.

Tienes opciones para sobrepasar a los progenitores tóxicos

De las mejores cosas de ser adulto es que puedes elegir qué género de relación tienes con tus progenitores.

Tienes opciones, probablemente mucho más opciones de las que crees.

Señales de que podrías tener progenitores tóxicos

Si bien desgraciadamente no hay una alarma que salte verdaderamente en el momento en que estamos frente a un padre o una madre tóxicos, esto indudablemente podría eludir varios traumas y shocks , la verdad es que hay algunas señales que nos tienen la posibilidad de contribuir a detectar si contamos un padre tóxico o una situación poco saludable para el ambiente familiar y de cara al desarrollo de los pequeños (bueno, no tienen por qué razón suceder todas y cada una al unísono). , y vamos a citar ahora ciertos de ellos:

  • Progenitores o mamás que reaccionan todos los días sin freno sensible, esto es, dramatizando todo o exagerando sus expresiones y acciones.
  • Tienen la posibilidad de ser progenitores que distribuyen bastantes puntos íntimos de su historia con sus hijos, involucrándolos en inconvenientes o problemas permanentes.
  • Tienen la posibilidad de condicionar a la familia a tomar el control, oa los hijos particularmente, mediante cosas como el dinero o sentimientos de culpa.
  • Tienden a ser personas que no tienen límites, lo que se refleja todos los días en su accionar a través de críticas destructoras o acciones sin consenso.
  • Son personas que carecen de empatía y son egocéntricas, lo que provoca que todo gire a su alrededor y todo cuanto no sea de esta manera es falso. La carencia de empatía asimismo termina revelándose como una sepa total de sentimientos y de preocupación por el otro.
  • Su lenguaje hacia el resto puede ser irrespetuoso, en parte importante gracias a esta falta de límites, y nada de lo que realice un niño va a ser bueno o acertado, lo que resultará en una falta de acompañamiento o reconocimiento incesante por la superación o los éxitos.

“Como joven, ¿qué puedo llevar a cabo para no ser perjudicado por estos hábitos tóxicos?

La primordial recomendación en estas situaciones es “alejarse emotivamente” para no verse perjudicado por estas formas de proceder. En cierta forma, debe ver con crear un caparazón sensible que nos sostenga “seguros” y no damnificados por esas expresiones o hábitos perjudiciales.

Aquí existen algunas otras sugerencias que tienen la posibilidad de asistir en estas situaciones:

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