Contenido
Introducción a la COP27 / La agenda de la COP27 / Dónde y cuándo se hizo / Quién es quién en la COP27 / Los ausentes visibles / Los que se presentaron / La visión de la Presidencia de la COP27 / Mitigación y adaptación / Avance mínimo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero / Ampliación del tema “Pérdidas y daños” / Conclusiones / Críticas y críticas / Lecturas recomendadas.
Forestación y reforestación: acciones que marcan la diferencia en frente de la deforestación
La deforestación es la acción de talar un bosque para ofrecerle un empleo diferente al de conservación (cambio de empleo de suelo) (WWF. 2018).
Por poner un ejemplo, para agricultura, pastos, ganadería o cualquier clase de construcción.
Polución del aire
Como una parte de su metabolismo, las plantas absorben dióxido de carbono y dejan libre oxígeno, esto es, efectúan el desarrollo inverso al de los animales. Así mismo, los bosques oxigenan el aire y al tiempo suprimen el dióxido de carbono, que es tóxico.
En el momento en que estos bosques son eliminados de forma masiva, el mundo pierde uno de sus primordiales mecanismos para batallar la polución del aire.
Transporte, minería
Aparte del campo agrícola, que ostensiblemente hace todo lo que es posible para acrecentar la deforestación (basta ver sus proyectos para este ámbito referentes a palma aceitera, café, cacao o arroz entre otros muchos ), los ámbitos del transporte y la minería hacen lo propio, apoyando unilateralmente lo que teóricamente son sus funcionalidades, sin cuenta alguna a una política de avance nacional, unitario, amazónico, que, dicho sea de paso, no existe ajeno de la multa palabras usados
Los elementos precisos para efectuar las actualizaciones primordiales en internet viaria ahora construida tienen que proceder de lo que se ahorra en la construcción de novedosas rutas, merced a la moratoria de su construcción en bosques naturales. Carece de sentido que el gobierno afirme que está “peleando” contra la deforestación mientras que el campo transporte hace todo lo que resulta posible por expandirla, de una forma ridículamente poco responsable en tanto que, como entendemos, la deforestación está muy socia a las rutas. Por tal razón, nada sería tan eficiente para achicar la deforestación como, por servirnos de un ejemplo, elegir que los nuevos caminos mediante los bosques se detengan a lo largo de diez años. No solo se reduciría la destrucción de bosques por la parte de la agricultura, sino asimismo se reduciría la ocasionada por la minería.
Asimismo supone un control riguroso sobre la construcción de caminos informales o ilegales, que representan la mayoría del kilometraje construido de año en año. Realizar un mejor empleo del transporte fluvial, progresando la navegabilidad y las instalaciones portuarias, es primordial para compensar la moratoria en la construcción de novedosas vías terrestres. Tampoco estaría mal reemplazar el emprendimiento de la carretera central a Brasil por la realización del en tantas ocasiones comunicado y apartado ferrocarril que, ingresando por el departamento de Ucayali, recorrería todo el valle del Huallaga hasta Bayóvar. Una explicación común para crear caminos en la mitad del bosque natural es “conectar pueblos apartados”, como es la situacion del pueblo de Puerto Promesa, sobre el río Purús, o Ajustado, sobre el río Putumayo. Pero en estas situaciones se demostró que sería considerablemente más económico y socialmente bueno sugerir un excelente servicio aéreo a costos subvencionados o pagados por el turismo.
Desmonte en cuarentena
Más allá de que el desmonte es una actividad que estuvo suspendida a lo largo de la cuarentena, hemos monitoreado con imágenes satelitales y podemos encontrar que en las provincias de Brinca, Santiago del Estero, Formosa y Chaco, mucho más de 6.565 hectáreas fueron asoladas entre el 15 de marzo y el 15 de abril, lo que equivale a la pérdida de 211 hectáreas al día (una parte del periodo de aislamiento que empezó el 20 de marzo).
Estas 4 provincias concentran el 80% de la deforestación en Argentina. Es suicida que se prosiga desmantelando, en este momento y siempre y en todo momento. En las últimas tres décadas perdimos prácticamente 8 millones de hectáreas y somos entre los diez países que mucho más destrozan sus bosques.