¿Que decirle a un hijo que no quiere estudiar?

“Es que estudiar es una faena.” Es la oración que nos acostumbran a decir nuestros hijos en el momento en que los mandamos a llevar a cabo su labor oa prepararse para ese examen que entendemos que solamente vieron. El inconveniente es que no nos paramos a meditar que tras esa oración hay mucho más de lo que semeja. Quizás lo que nuestro hijo precisa ahora mismo no es solo un orden, sino más bien causas para comenzar a estudiar. El inconveniente puede no ser la carencia de capacidad, sino más bien la carencia de motivación.

Es lógico, habitamos una sociedad donde la prensa del corazón y los programas de televisión nos presentan mucho más que controvertibles modelos a continuar, y en el final es simple caer en esa iniciativa de “es solo que estudiar carece de sentido”. Esta es la iniciativa que trata de batallar David Calle, entre los instructores en línea mucho más populares de la red, por medio de su portal de YouTube Unicoos, donde proporciona clases de ciencias gratis, lo que ha salvado a varios estudiantes. “Los pequeños y jóvenes no son siendo conscientes de la contrariedad alén de la tranquilidad de su dormitorio, y no ven que la gente a las que admiran llegaron a donde trabajan mucho más duro que absolutamente nadie en el planeta. ‘Otros”, entonces ” es nuestro deber transmitirles promesa, pero asimismo enormes dosis de situación.

Entonces, ¿de qué manera motivar a un joven que no desea estudiar?

Aquí tienes ciertas claves que puedes aplica con tu hijo o hija joven para comprender de qué manera motivar a un joven que no desea estudiar:

  • Charla y escucha al joven para sostener una charla con un joven tienes que intentar quedarte tranquilidad y tranquilidad y trata de percibir lo que logre decir o meditar, y no dejarte llevar por la furia, el temor o la ansiedad.La buena comunicación con los pequeños es primordial para f realizar en frente de los distintos inconvenientes que logren presentarse, particularmente su falta de motivación académica. Esencial: charlar no es homónimo de abrumar. Tienes que enseñar interés por el avance de tus estudios, en el caso de que poseas adversidades, pero no debemos centrar todas y cada una de las diálogos -o discusiones- en el tema académico.
  • Halla el origen del inconveniente. Si existe algún inconveniente que logre afectarlo, como inconvenientes de nutrición, inconvenientes de estudio, inconvenientes de interacción popular, inconvenientes de agobio y presión en la escuela o enfrentamientos con el plantel enseñante, debe accionar y, en consecuencia, es esencial comprender el origen del inconveniente. , frente lo que puede ser aconsejable charlar con el centro educativo. De forma frecuente solo observamos inconvenientes académicos y no analizamos mucho más intensamente la causa sensible tras ellos. Por servirnos de un ejemplo: un joven que tiene inconvenientes con las relaciones sociales es muy posible que baje su desempeño académico, y los instructores y progenitores tienen que tener esto presente.
  • Tener mucho más elasticidad con los pequeños y proporcionarles su espacio. Para fomentar su motivación académica, se aconseja que, si el joven está entusiasmado en el deporte, la música o la danza, se le dé su espacio para efectuar sus aficiones, eso sí, que asimismo sostenga su deber de realizar sus obligaciones institucionales. Además de esto, hay que sostener una actitud mucho más maleable, sosteniendo el diálogo para intentar localizar resoluciones a las distintas disconformidades que logren aparecer. Los jovenes, como los mayores, precisan momento de libertad. Ellos ahora acabaron su día en el centro, precisan reposar antes de empezar sus tareas, de la misma los mayores en el momento en que van del trabajo.
  • Charla de tu futuro. Este es indudablemente entre los puntos mucho más esenciales, charlar sobre los planes para el futuro del joven y buscar juntos información sobre este tema es buena forma de motivarlo. Hallar que el joven se fije objetivos a medio y largo período es buena forma de animarle, pues le va a hacer meditar en los procedimientos que se deben llevar a cabo. En esta etapa, precisan acompañamiento a fin de que logren lograr estos objetivos y impulsar relevantemente su esfuerzo y autovaloración. Fundamental: no se debe poner como válida una sola vía académica, o sea que el bachillerato y la facultad no son las únicas vías académicas probables. Es esencial trasmitir que la ESO es obligatoria, pero después hay múltiples opciones probables (por poner un ejemplo, FP). Debemos liberarlos de la enorme angustia que les genera la presión de las esperanzas que los jovenes llevan dentro.

Intimidación

Esta pregunta es frágil. El acoso, tristemente, está presente y poco a poco más en incremento ahora mismo. Varios estudiantes la sufren en el instituto y son regularmente insultados y conminados por otros compañeros. Esta es entonces una razón para estimar desertar, por el hecho de que no ven la escuela como un espacio seguro para estudiar y progresar a lo largo de sus años de estudio.

Lo más esencial a tomar en consideración en el momento de procurar solucionar esta situación es cuidar de nuestros hijos. Si este inconveniente se da en la vivienda familiar y tu hijo te afirma que no desea estudiar, no tienes que enojarte ni enojarte con él. Este es el paso inicial que tienes que rememorar.

Falta de motivación

Todos y cada uno de los pequeños tienen una curiosidad y ganas innatas de examinar y conocer el planeta. Lamentablemente, el sistema educativo de manera frecuente eclipsa esta inclinación natural. Quizás su hijo no logre redactar un ensayo de una página y, en cambio, logre redactar un blog de cinco páginas sobre un tema que le chifla, pues la motivación es nuestro primordial motor.

Por supuesto, a lo largo del periodo de capacitación, debemos estudiar sobre múltiples temas y no todos nos llamarán la atención, pero un cambio de orientación puede diferenciarse. Las enseñanzas teóricas, monótonas y desconectadas de sus apps en el planeta real desarrollan desinterés.

¿De qué manera motivar a alguien a seguir sus estudios?

Es muy normal que en ocasiones los alumnos se desanimen y no deseen continuar aprendiendo, pero hay que comprender que estudiar se encuentra dentro de las herramientas mucho más esenciales para el éxito. De ahí que es esencial motivar a los pequeños a proseguir con sus estudios.

Una aceptable forma de motivar a tus hijos a seguir con sus estudios es elogiar su esfuerzo. Felicitarlos por su trabajo los alentará a proseguir avanzando y consiguiendo sus propósitos. Al tiempo, es esencial tomar en consideración que los pequeños no tienen la posibilidad de sobrecargarse de tareas.

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