¿Que decirle a un niño que no quiere ir a la escuela?

En ocasiones los pequeños no desean proceder a la escuela pues la vivienda es un mejor sitio para vivir. La solución es que la vivienda en el momento en que hay escuela y no van es un espacio poco entretenido. Si su hijo se protesta de cefalea por la mañana, valore si está verdaderamente enfermo o no. Si no posee fiebre, vómitos u otros síntomas, llévelo a la escuela. Puedes mencionarle que si se siente mal lo recogerás después para llevarlo al médico.

Los días que esté muy enfermo y se quede en el hogar, como siempre y en todo momento hay que proteger su salud, pero no en todo momento va a ser televisión y dulces. En el momento en que estés enfermo, tienes que estar en la cama. En el momento en que su hijo se dé cuenta de que estar enfermo no es entretenido, probablemente deseará regresar a la escuela.

¿Por qué razón mi hijo llora desconsoladamente en la puerta del instituto?

El niño pasa de un día para otro de un ambiente que controla, domina y afirma otro que no conoce. De ahí que, es muy normal que tu hijo no desee ir al instituto al comienzo o le cueste amoldarse al comienzo del curso.

Esto, sumado a eso que significa la separación de figuras de apego, y dado que no ha conseguido nociones visibles del tiempo, puede lograr que entre en un estado de desequilibrio temporal. De ahí que los pequeños reaccionan los primeros días llorando frente a la separación, por una parte, como manifestación de esa emoción. Por otra parte, para llamar la atención de sus progenitores y que se los lleven con ellos en vez de dejarlos en la escuela.

9 consejos a fin de que los pequeños deseen ir al instituto

  1. Escucha a tu hijo y pregúntale de manera directa por qué razón no desea ir al instituto.
  2. Charla con instructores, compañeros y familiares de compañeros que te logren ofrecer información de por qué razón no desean ir al instituto, pero trata de llevarlo a cabo con absoluta naturalidad y sin que el niño perciba que nos encontramos cerca del tema , tienen la posibilidad de abochornarse y comprender que nos encontramos descartando información puede avergonzarlos.
  3. Sosiégate y mantén la tranquilidad, es esencial no preocupar bastante al niño.
  4. Si el inconveniente es temporal, como proceder a una exclusiva escuela, mudar de localidad, etcétera. Charla con él, anímalo, dile que al comienzo cuesta proceder a un ubicación nuevo (cosa que nos pasa a todos), pero que de a poco va a ir realizando amigos y realizando cosas amenas. Es bueno acompañarlo a la escuela unos días antes a fin de que se conozca y lo tranquilice cada mañana. Estas ocasiones temporales desaparecen en escaso tiempo.
  5. Prestar atención si el niño no padece intimidación, para eso preguntar a los instructores del centro y asimismo preguntar a un experto.
  6. Algunos hechos tienen la posibilidad de ocasionar un desequilibrio sensible y lograr que el niño no desee ir al instituto, como el divorcio de los progenitores, el nacimiento de un nuevo hermano, etcétera. En estas situaciones, trata de solucionar el malestar sensible, colocale atención y dale amor y tiempo hasta el momento en que se ajuste a la situación.
  7. En el momento en que inventa cosas para no proceder a la escuela, no dejes que se salga con la suya, si lo haces refuerzas este accionar y tenderá a repetirlo. No lo apresures ni discutas con él, en estas ocasiones le haces caso y lo relajas, si se protesta de algo malo lo relajas, lo consuelas y le afirmas que se debe proceder a la escuela, que en un instante se marcha y deja claro que solo debe quedarse en el hogar si tiene fiebre o precisa atención médica.
  8. Impide chillar y culpar, solo empeoran la situación y crean mucho más tensión. En su sitio, intente lograr que la escuela sea entretenida, préstele atención, escúchelo, etcétera.
  9. Mira el horario del niño, una agenda apretada puede ocasionar agobio y ser la causa de su negativa a proceder a la escuela.

Charlar de forma positiva de la escuela

Trasmitir lo bueno de la escuela: estudio, recreación, proyectos, amigos, vivencias… escuela escuela algo entretenido, como retornando a casa. Intente sostenerlo relajado, quizás oyendo música y comentando de algo entretenido. Contarle nuestra experiencia en la escuela puede ser bueno para él. Como es natural, si podemos encontrar que el inconveniente persiste y puede ser grave, hable con la escuela sobre esto y tome medidas. Jamás abandones al niño a su suerte y jamás dejes que se sienta solo.

Como siempre y en todo momento, nuestro instinto es primordial tanto para advertir afecciones en el niño para dilucidar probables resoluciones. Y si no pensamos que somos capaces o que la situación se nos escapa, no tengas dudas en asistir a un experto. Un sicólogo puede ser de mucha ayuda en el momento en que no entendemos qué llevar a cabo. La meta es asistir al pequeño de cualquier forma. Naturalmente, da igual de qué forma lo hagamos, nuestro amor es lo más esencial y mucho más grande para él, jamás lo olvidemos.

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