Un niño NINI no ha de ser tomado como un término peyorativo sino más bien como una actitud según la que es requisito estudiar la causa que llevó a un niño a vivir sin estimar estudiar, trabajar, aprender, sin salir, sin pensando en meditar en su porvenir, sin motivación de nada, sin combatir por ningún ideal, al fin y al cabo, tal y como si estuviese anestesiado…
Esta inacción genera en sus progenitores y familiares o en esos con los que convive desamparo y desesperación”. Se habla primordialmente de pequeñas y pequeños de entre 17 y 30 años que no en todos los casos surgen de familias rotas o infancias problemáticas y de ahí que esto siembra mucho más confusión en los hogares.
Entonces, ¿de qué manera motivas a un joven que no desea estudiar?
Aquí existen algunos elementos importante que puedes utilizar con tu hijo o hija joven para estudiar de qué manera motivar a un joven que no desea estudiar:
- Charla y escucha al joven. Si bien en ocasiones es bien difícil sostener una charla con un joven, tienes que intentar sostener la tranquilidad y la tranquilidad y intentar percibir lo que logre decir o meditar, y no dejarte llevar por la furia, el temor o la ansiedad. Intentar sostener una aceptable comunicación con los pequeños es primordial para realizar en frente de los distintos inconvenientes que tienen la posibilidad de aparecer, entre ellos su falta de motivación académica. Esencial: charlar no es homónimo de abrumar. Tienes que enseñar interés por el avance de tus estudios, caso de que poseas adversidades, pero no debemos centrar todas y cada una de las diálogos -o discusiones- en el tema académico.
- Halla el origen del inconveniente. Si existe algún inconveniente que logre afectarlo, como inconvenientes de nutrición, inconvenientes de estudio, inconvenientes de interacción popular, inconvenientes de agobio y presión en la escuela o enfrentamientos con el plantel enseñante, debe accionar y, por ende, es esencial entender el origen del inconveniente. , frente lo que puede ser aconsejable charlar con el centro educativo. Con frecuencia solo observamos inconvenientes académicos y no analizamos mucho más intensamente la causa sensible tras ellos. Por servirnos de un ejemplo: un joven que tiene inconvenientes con las relaciones sociales es muy posible que baje su desempeño académico, y los instructores y progenitores tienen que tener esto presente.
- Tener mucho más elasticidad con los pequeños y proporcionarles su espacio. Para fomentar su motivación académica, se aconseja que, si el joven está entusiasmado en el deporte, la música o la danza, se le dé su espacio para efectuar sus aficiones, eso sí, que asimismo sostenga su deber de realizar sus obligaciones institucionales. Además de esto, hay que sostener una actitud mucho más maleable, sosteniendo el diálogo para intentar hallar resoluciones a las distintas disconformidades que logren aparecer. Los jovenes, como los mayores, precisan momento de libertad. Ellos ahora acabaron su día en el centro, precisan reposar antes de empezar sus tareas, exactamente la misma los mayores en el momento en que van del trabajo.
- Charla de tu futuro. Este es indudablemente entre los puntos mucho más esenciales, charlar sobre los planes para el futuro del joven y buscar juntos información sobre este tema es buena forma de motivarlo. Hallar que el joven se fije objetivos a medio y largo período es buena forma de animarle, pues le va a hacer meditar en los procedimientos que se deben llevar a cabo. En esta etapa, precisan acompañamiento a fin de que logren lograr estos objetivos y impulsar relevantemente su esfuerzo y autovaloración. Fundamental: no se debe poner como válida una sola vía académica, esto es que el bachillerato y la facultad no son las únicas vías académicas probables. Es esencial trasmitir que la ESO es obligatoria, pero después hay múltiples opciones probables (por poner un ejemplo, FP). Debemos liberarlos de la enorme angustia que les genera la presión de las esperanzas que los jovenes llevan dentro.
Las causas de este accionar
Varios jovenes y jóvenes que no les atraen los estudios, dejan de percibir a sus progenitores y no ayudan en el hogar fueron pequeños sobreprotegidos. A lo largo de su niñez, sus progenitores les llenaron de regalos y mimos y los cuidaron en demasía, hasta el punto de arreglar sus inconvenientes y tomar la mayoría de sus resoluciones. No obstante, lejos de asistirlos, estaban limitando su avance y educando a pequeños precarios, inútiles de aguantar la frustración, tomar resoluciones por sí solos y asumir responsabilidades.
En el final, estos pequeños jamás tuvieron la posibilidad de evaluar sus capacidades, conocer sus reales intereses y pasiones en la vida y desarrollar la precisa seguridad en sí mismos. ¿El resultado? Jóvenes que pasan por todo y que no tienen un emprendimiento de vida claro, primordialmente por el hecho de que saben que sus progenitores van a estar ahí para arreglar sus inconvenientes y eligen quedarse en su región de confort.
Esfuerzo vs. resultado
Repasemos con qué continuidad nos centramos solo en el resultado de las cosas y no en el desarrollo, en el ahínco, en todos y cada uno de los elementos que se han usado, en la ilusión que se puso en ello.
Como afirmábamos, las expresiones son definitivas, para bien o para mal. En un caso así, qué hermoso esto es que me chifla estar contigo. Para ellos significa bastante, los intentamos desde un “te veo” hasta un “te amamos sin importar lo más mínimo lo que hagas o dejes de realizar”.
Promover su autovaloración
Como progenitores, los pequeños tienen que estudiar a quererse a sí mismos de manera balanceada. Tienen que comprender cuáles son sus características para refinarlas y admitir sus defectos para dominarlas.
El material jamás debe encubrir falta de personalidad. Así, se fortalecen en ellos los valores que los formarán como mayores causantes y en compromiso con su ambiente.