Es tan fácil como no decir que sí a todo y comenzar a decir que no en el momento en que deseas algo. Si deseas jugar con un coche nuevo, deberás ganártelo con ocupaciones apropiadas para la edad y no solo. Además de esto, la forma de mencionarle que no es esencial no ha de ser con oraciones como ‘No pues yo lo afirme’ o ‘No pues sea tu mamá/papá’. Debe hacerse con voz cariñosa pero al unísono con solidez, es requisito un paso de tiempo para su buen avance.
Deberás tener paciencia y si tu hijo desea un juguete y no se lo das, va a haber berrinche… pero va a pasar. Debe sostener la tranquilidad y el control en todo instante por el hecho de que si pierde los estribos, su hijo va a saber que puede conseguir maneras de manejar sus conmuevas y conseguir lo que desea. Si sostienes la tranquilidad, le vas a enseñar que nada se hace con pataletas.
Los retos de ser padre
Ser padre se encuentra dentro de las vivencias mucho más gratificantes pero al unísono bien difíciles y desafiantes que se le han anunciado a la raza humana. Es compromiso de los progenitores conformar, educar y proteger; Y conforme los pequeños medran y se desarrollan, los progenitores combaten varios retos en el desarrollo de crianza de sus hijos. Estos son varios de los primordiales inconvenientes a los que se combaten los progenitores en el momento de educar a sus hijos:
- Falta de consenso entre los progenitores. Los progenitores con frecuencia no tienen la posibilidad de ponerse en concordancia sobre de qué forma criar a sus hijos, lo que puede conducir a una falta de especialidad, límites y dirección.
- Reacciones negativas y frustración. Los hábitos de crianza inadecuados tienen la posibilidad de entorpecer con su aptitud para criar a sus hijos, en especial en el momento en que los tiempos se ponen bien difíciles. Si los progenitores tienen una actitud negativa en la vivienda, se la tienen la posibilidad de trasmitir a los hijos.
- Reacciones sociales negativas. Los valores, las esperanzas y las reglas sociales tienen la posibilidad de transformarse en inconvenientes en el momento en que los progenitores tratan de educar a sus hijos. Esto puede ser en especial cierto en varias etnias donde los progenitores por lo general son bastante permisivos o bastante rigurosos.
- Falta de comunicación. Estar comunicado con los pequeños de la mejor forma no en todos los casos es simple. Los progenitores tienden a lograr que sus hijos se comporten de la forma que ellos desean y, si no lo hacen, en ocasiones tienen la posibilidad de frustrarse. El resultado final es que la comunicación con los pequeños se ve perjudicada.
Los pequeños no socializan.
Educar en el hogar es socialmente muy afín a la vida real como lo es a la socialización que hacemos en una escuela. Tras todo, no todos y cada uno de los docentes en la vivienda están en exactamente el mismo nivel de nivel. La educación en la vivienda deja a nuestros alumnos interaccionar con personas de distintas edades y los ámbitos sociales brindan chances para estudiar sobre el planeta real. En lo posible, los progenitores que forman en la vivienda tienen que intentar no centrarse solo en estudiar en el hogar, la elasticidad de la educación en la vivienda asimismo quiere decir que tenemos la posibilidad de conocer parques, museos, ir al cine y, en todas y cada una de estas ocupaciones, estudiar algo nuevo.
Como en varios puntos, los costes de la educación en el hogar son completamente relativos, desde personas que no abonan nada por el hecho de que no están registrados en ningún lado hasta familias que contratan tutores expertos que cobran tarifas esenciales por hora. Como es natural, siempre y en todo momento hay gastos socios, se tienen que abonar las visitas a un museo, se tienen que obtener algunos libros de artículo, se tienen que registrar algunos websites, etcétera. etcétera. Pero, en términos en general, la educación en la vivienda tiende a ser considerablemente más económica que una escuela clásico.