Un prominente porcentaje de mi seguridad en el momento en que decidí no mandar a mi hijo a la escuela a los 6 años procedía de los libros virtuales o contenidos escritos que leía, ahora en sus primeros años. Y no pues decidiese afiliarme a un creador o una pedagogía particularmente, sino más bien por el hecho de que me dio una seguridad colosal entender que otros y otras lo habían probado y documentado. Alén de la calidad de cada experiencia, era completamente viable y practicable, en países y temporadas tan distintas como Ecuador o Israel, en 1920 o 1991.
En el momento en que en 2013 toma forma Tierra Fértil, el espacio de estudio y juego que múltiples familias construídas para nuestros hijos y también hijas, me dediqué a crear una pequeña biblioteca con libros y contenidos escritos que tengan la posibilidad de preguntar todas y cada una de las mamás, progenitores y docentes. Esta biblioteca modesta y también incompleta, que inicié en 2011, llena de libros propios, sugeridos, donados o en ediciones de cortesía para la prensa, todavía es mi pequeño tesoro. Me ten en cuenta que pude ver varias cosas que leí allí con mis ojos, en una red social real de pequeños y mayores, en mi vecindario, en mi país.
Este es el fallo más habitual, confundir independencia con libertinaje. En lo personal, quiero utilizar el término autonomía en vez de independencia, exactamente para eludir confusiones. Naturalmente, los límites están ahí: si cruzo la calle sin ver, me tienen la posibilidad de atropellar, si meto los dedos en un enchufe, me puedo electrocutar, si molesto a un amigo, posiblemente por el momento no desee jugar conmigo. Lo que trato de achicar son límites arbitrarios. Varios los vivo muy arraigados en mí, en ocasiones cuesta comerse la lengua en el momento en que tu hija de 4 años anda por la calle con la remera del revés, pero en el momento en que anteponemos nuestra necesidad de control, nos robamos instantes de felicidad y estudio para nuestros hijos. . Mi iniciativa es que mis hijos sean autónomos y sepan desenvolverse en TODAS las direcciones. No hay duda de que un bebé de pocos meses no posee el nivel de avance preciso para comprender que no es requisito meter los dedos en el alvéolo. Por este motivo, en un comienzo intentaremos eludir ocasiones de peligro que nuestros hijos no sean capaces de administrar (cubriremos los gorros con protecciones) pero aun de este modo, vamos a hablar de esto a fin de que, una vez hayamos llegado al punto de avance conveniente, tenemos la posibilidad de comenzar a exponerlos. Debemos intentar entender los límites de todos nuestros hijos y ofrecerles un nivel de desafío amoldado a su madurez. Esto no solamente se emplea para elaborar ocupaciones educativas, se aplica en todos y cada uno de los campos, incluyendo los límites o las convenciones sociales. Siento que vivir anclado en el control es vivir en la carencia. En el momento en que comprendemos que no es requisito decir no en todo momento, que tenemos la posibilidad de decir sí (o no decir nada), empezamos a vivir en un ámbito de abundancia que tiene enormes efectos en varios escenarios. Mis hijos no son inadaptados sociales que no tienen la posibilidad de actuar. Mis hijos son pequeños y exactamente por el hecho de que respetan las pretensiones de sus hijos, tienen la capacidad de vivir con respeto y, desde pequeños, tienen la capacidad de obedecer. No por el hecho de que yo sea la autoridad/control, sino más bien pues ellos respetan mi conocimiento como yo los respeto a ellos. Dándoles a escoger desde el comienzo, dejándolos escoger, haciendo un trabajo su autonomía y su aptitud de resolución, les ayudo a desarrollar su intención. Con intención entendida como la aptitud de regentar sus acciones. Para mí, la obediencia fundamentada en el temor (al castigo, a la retirada de nuestro amor), no es obediencia, es temor a mustiarse. Para mí, la obediencia es en el momento en que antepones tus pretensiones a las de otra persona por resolución propia, por respeto y/o entendimiento. Hace unos años escribí sobre como habitamos casa sin reglas, con principios, te recomiendo comprobar el producto.
EN CASA NO HAY REGLAS, HAY PRINCIPIOS