¿Cuántas horas al día se debe estudiar?

Los especialistas disienten sobre el número de horas que hay que dedicar al estudio cada día. Los especialistas de la Facultad Estatal de Utah aconsejan que sus alumnos creen un programa de estudio semanal amoldado a la contrariedad de la materia.

Otras voces suponen que no es una cuestión de cantidad, sino más bien de calidad. Si bien ciertos especialistas comentan que en promedio un estudiante debe dedicar entre 4 y 6 horas de estudio al día, otros estiman que da igual el tiempo dedicado, sino más bien la calidad.

El alumno teorético

Precisa relacionar distintas ideas, de manera progresiva y estricta. No pasa por el punto C, sin pasar primero por los puntos A y B.

Su forma de estudiar se nucléa en tres etapas o fases: 1) entendimiento lectora; 2) resumen; y 3) asimilación de contenidos. Esta es una técnica muy propia de los alumnos de historia. Dada su dificultad, tienen la posibilidad de tomar de 4 a 5 horas para estudiar.

¿Cuántas horas cada día debo estudiar?

Entonces, por servirnos de un ejemplo, si tienes una materia cuya clase dura tres horas un par de días por semana, tienes que estudiar de 12 a 18 horas para esa clase a la semana. Varios especialistas comentan que los más destacados alumnos dedican entre 50 y 60 horas de estudio por semana.

Entendemos lo que piensas y nos encontramos en concordancia. Este nivel de trabajo no semeja verdadera para el estudiante promedio. En verdad, lo que deberías estar realizando es valorar tu avance en todos tus tutoriales. Dedica mucho más tiempo a temas en los que no tienes entendimientos.

¿Estudio lo bastante?

Antes de proseguir, cabe indicar que no hay una fórmula precisa para aprobar una objeción. Estudiar un preciso número de horas cada día o utilizar técnicas de estudio recomendadas por especialistas no garantiza el paso a la oposición. Esto se origina por que cada individuo tiene distintas capacidades y habilidades de retención de contenido, y la técnica que marcha con perfección para un individuo puede no marchar en lo más mínimo para otra.

Basado en esto, es primordial no realizar comparaciones con otros contrincantes. Compararte con otros alumnos solo crea frustración y ansiedad si no consigues exactamente el mismo nivel de desenlaces. Además de esto, debemos tener en consideración que va a haber personas que aseveren desempeñarse mejor que las nuestras, sea cierto o no, para perjudicar de forma negativa nuestra forma de meditar. Charlar con otros contendientes sobre nuestro desempeño o nuestras técnicas de estudio puede ser positivo si entendemos sacar beneficio de estas diálogos, pero no debemos dejarnos influenciar por comentarios negativos que logren esperar menguar nuestra motivación.

Propuesta 1: Cuanto el menor tiempo poseas para estudiar, mejor.

En el momento en que solo tienes tres o 4 horas en tu agenda de ocupaciones del día a día para dedicarlas a estudiar, te preparas mental y físicamente para explotar ese tiempo. Incrementa tu aptitud de atención, puedes detallar una meta claro y enfocarte en conseguirlo. Si tienes mucho más momento de libertad, lo mucho más habitual es que te afirmes “lo hago entonces”, “si no llego, no pasa nada. Soy libre después.”

Existe quien piensa que aprendiendo tres horas consecutivas saldrás adelante a pasos desmedidos. Ya que lo cierto es que no, lo único que logras es acrecentar tu cansancio mental. y se vuelven cada vez menos eficaces. Tu cerebro es un músculo y como tal precisa periodos intermitentes de movimiento y reposo. Según la tradicional curva de atención, una investigación de horas de sesión de entrenamiento, el pico mucho más prominente de concentración se genera a los 15 minutos de comenzar y dura no mucho más de 20-25 minutos en dependencia de tu capacitación académica. ¿A qué me refiero? Si te ofreces a estudiar 4 horas consecutivas, por servirnos de un ejemplo, divídelas en bloques de 50 minutos para diez reposos.

Deja un comentario